Eligio Moisés Coronado, Cronista Emérito.
Viernes 21 de Julio de 2017
Cabo San Lucas, Baja California Sur.
Héctor Narro
*Versión paleográfica, introducción y notas de Eligio Moisés
Coronado, Cronista Emérito
*Presentación de Gabriel Fonseca Verdugo, Ramón
Ojeda-Maestre, mediadora Tamara Montalvo Arce.
“La primera de las californias fue Cabo San Lucas”.
(Eligio
Moisés Coronado).
Condenarro
En evento sin
precedente en Cabo San Lucas, ello por la versatilidad en asistencia y poder de
convocatoria, en conocida plaza comercial ubicada en el Km. 4.5 de la Carretera
Transpeninsular, en la librería Bookworm, se realizó la presentación de una
obra que publica el Gobierno del Estado por medio del Instituto Sudcaliforniano
de Cultura, y que reúne todas las características literarias para considerarla
en el género de novela documental-histórica: drama, y se refiere a un reporte
constante que realizara el padre Segismundo Tavaral tras la insurrección de los
Pericues, nativos de esta región en el S. XVIII, acto que contó con los
comentarios del Cronista de Los Cabos, Gabriel Fonseca Verdugo y del
catedrático y director-fundador del Centro
de Estudios Integrales de Innovación y el Territorio (CEIIT), Ramón
Ojeda-Maestre, y con la mediación de Tamara Montalvo Arce, directora del mismo.
“La rebelión de los californios 1734-37”
Con una nutrida y versátil audiencia, residentes de Cabo San
Lucas y San José del Cabo, entre nativos y adoptados, se llevó a cabo el
protocolo, que inicio con la seriedad que la obra por sí misma merece, con la
participación del Cronista de Los Cabos, sobre quien Montalvo arce dio una
breve y sustancial información sobre su trayectoria.
El también cineasta , Gabriel Fonseca ofreció una visión
sobre el trabajo de Eligio Moisés Coronado en esta, la tercera reedición de la
obra del padre Tavaral, misma que secciona en tres partes: La introducción del
Maestro, quien apoyado en un equipo señalado en el volumen en mención, ofrece
al lector, estudiante, investigador o simple curioso de la historia de
California –la California original-, una Descripción Fisiográfica, de los
primeros pobladores; el primer contacto con los europeos, habla de la época
colonial, del autor Segismundo Tavaral y del documento en sí. Le sucede a esta nutritiva introducción, que en otra edición
podremos comentar, sobre el trabajo realizado por el jesuita: La rebelión de
los californios, cuyo trabajo lo va desarrollando conforme los hechos van
aconteciendo, en un reporte-bitácora seccionado por año/mes entre 1734y 1737,
para finalizar con un índice onomástico, que viene a complementar la
información para quien disfruta de la obra. El mismo Fonseca, dentro de su
comentario, destaca el interés y, dado el valor histórico de la obra y el
contenido donde converge la realidad, el drama, la intriga, la acción,
violencia, engaño, espionaje y todos los elementos para la producción de un
film, sobre el cual ya empieza a analizar.
Por su parte, quien ha ofrecido una amplia información sobre
la historia y arte rupestre entre otros temas de gran interés para el Estado y
los Municipios de BCS, Ramón Ojeda-Maestre, tras la presentación que hiciera
Montalvo sobre su trayectoria, hace una mención destacada a quien considera al
mayor intelectual, o en su caso el único que honraría con el adjetivo de
intelectual en BCS por su prolífica obra literaria e histórica con más de 40
títulos, un sinnúmero de conferencias, cursos, cátedras y ensayos publicados,
en esta versión paleográfica (Reproducción fiel de documentos antiguos que
mantiene la grafía original- DRAE), donde el Cronista Emérito de BCS abre una
puerta en la historia y evolución de sus habitantes, desde los oriundos antes
de la colonia, los Pericues en el caso de Los Cabos, Ojeda-Maestre, sin dejar
al margen la realidad de la región qué, tras dos siglos de haberse dado la
colonización en el macizo continental, llega a la Península de California
–acudiendo al humor puntilloso, incisivo e inteligente que lo caracteriza-,
pues el nombre original, que incluso es literario, mítico y poético, es
California, inicia con la llegada de los jesuitas.
Eligio Moisés Coronado y Ramón Ojeda-Maestre.
Finalmente, ya con la total atención de la audiencia y el
interés general en la obra de Eligio Moisés Coronado, éste hace una síntesis de
la obra de Tavaral, y hace una reflexión en torno a los jesuitas, pues son
ellos, sin armas de por medio, quienes logran el contacto personal con los
nativos, más, éstos, al ver que les quitaban primero sus nombres y tierras,
luego sus dioses y creencias, luego sus usos y costumbres entre los que destaca
la poligamia masculina, se levantan en contra de los jesuitas que eran
encabezados por los padres Tamaral y Carranco y los españoles que los
acompañaban en su misión de evangelizar a los indígenas y que resultaron de las
primeas víctimas del enojo Pericue. Hace en su discurso una descripción de la
situación en tales momentos, cuando Tavaral al enterarse de la muerte de
Carranco y Tamaral huye hacia La Paz, precisando que Tavaral era el más preparado
e inteligente, a más de versátil en sus habilidades que abarcaban todas las
actividades pues lo mismo enseñaba que se sumaba a la obra de construcción,
pintaba, pescaba, navegaba, escribía. Apunta Eligio que los jesuitas eran muy
peligrosos para las coronas pues eran gente pensante y la gente pensante es
siempre peligrosa para los gobernantes.
Misión de San José del Cabo.
Otorga a los asistentes datos y una plática por demás
educativa, ilustrativa e interesante sobre la evolución de quienes han habitado
esta península, la integración de la hoy “Alta California” a California, el
origen del nombre de Tijuana que, destacó, nada tiene que ver con ninguna Tía
Juana, sino de los habitantes de la Isla de San José Tiuana que fueron
reclutados para las misiones en el norte. Dio a conocer el porqué a los
Californios contemporáneos “no nos gusta trabajar, los Pericues no trabajaban, pescaban,
cazaban, recolectaban, y la mayoría de sus ocupaciones las realizaban las
mujeres. Los Pericues, dijo, eran excelentes guerreros, cazadores, navegantes,
buzos, pero nunca trabajaban.
Si bien es cierto, explico Moisés Coronado, que los
habitantes tribales han desaparecido, no era el interés de los colonizadores el
exterminarlos, sino el aprovechar las riquezas de la tierra y el mar para
beneficio de las coronas españolas y para ello requerían de sus habitantes
originales, por ello importaban trabajadores del macizo continental, ellos sí,
en muchos casos, esclavos, pues en todo California nunca se permitió la
esclavitud.
Posteriormente, en este mismo sitio compartiremos las
enseñanzas que esta obra de Eligio Moisés Coronado nos otorgue.
“Uno de los aprendizajes que le dejan al suscrito es que se
ratifica lo atrasado que está el Estado de BCS con respecto al macizo, pues si
la conquista española nos llegó dos siglos tarde, el tiempo nos llega con una
hora de retraso”.
