Poesía de Claudia Acosta
“No es necesrio que busques/ya no hacen falta los
verbos/en el libro de mi vida/tú serás el escritor/cuando se hable de amor”.
(CA)
condenarro
En una
compilación de poemas, Claudia Acosta, residente cabeña, nos explica su forma
de amar; su percepción por ese sentimiento y esa sensibilidad que nos
confunden, aturden y llenan; en 49 poemas deja saber, a su pareja, a sus hijas
y al lector esa su espera y encuentro con su sensualidad, con su esperanza de
vida en pareja; con el amor que al amor le debe, se debe; una pequeña muestra
es el verso que el lector ya recibió.
Ella misma
nos explica en la versión impresa, en su contraportada: “es una recopilación de poemas
escritos al amor, a mi amor por Armando, surgido de la distancia, mientras
esperamos y desesperamos por encontrarnos y al final hacerlo realidad. Ojalá
logre trasmitir a los lectores el sentimiento y la emoción sentido por mi al
escribirlo”.
La poesía,
como la mayoría de las expresiones artísticas es interpretativa, cada quien
percibe diferente, más, como lo es en este libro, la experciencia que Claudia
ha logrado es clara, directa, leal a sus convicciones y sentimientos, lo dedica
a: “Mis padres, mis hijas, a ti, mi
inspiración”, evoca, sin lugar a dudas lo sublime de vivir enamorado de
forma constante pese a las distancias.
Cargado de
cariño, sensualidad, erotismo, Claudia nos invita a vivir el amor con una
intensidad que sublima...
“Si pregunta
le dire, ha sdo cierto
suaves labios se han pasado por mi boca,
han recorrido la geografía de mi cuerpo
dejando honda huella que los evoca”.
La obra de
Claudia Acosta será presentada el día 23 de mayo en las instalaciones de El
Pabellón Cultural de la República “Nabor García Aguirre” en la sala de de cine
a partir de las 8 de la noche, 20:00 hrs, y estará a cargo del estará a cargo
de Raúl Antonio Cota. La pasión que Claudia imprime en su poesía le permite al
lector no sólo compartirla, sino incluso hacerla propia, por ejemplo y en lo
particular, en su poema “Cóncavo y convexo”:
“Tus ojos fijos en mi
mientras el vino servías
tu
conversación confieso
hacia rato ya no oía
de mi no pediste nada
cuando lento te acercaste
más yo ya me imaginaba
de ese torbellino el cauce.”
No teniendo
más que compartir, a más de invitarlos a buscar el poemario por medio de Amazon
(www.amazon.com), acudir al Pabellón a
escuhcar la presentación, igual y habrá ahí impresos, y corroborar que el
romanticismo y sensibilidad de Mónica la hace, de forma automática, miembra del
club de pobres locos peligrosos irreverentes, irrelevantes, irremediables pero
irresistibles y reales prófugos de la injusticia que el temor a uno mismo le es
al amor propio...
“Vuelo entre las nubes de esta tarde/hasta llegar
al lado de tu río/donde toco la ribera de tu cuerpo/cuando contemplas del
sol/el último suspiro”.
